Valdivia, ciudad con identidad y futuro: entrevista con Carla Amtmann

Seguimos conociendo a quienes impulsan el desarrollo de la Región de Los Ríos, mostrando su visión de futuro y también el lado más humano de quienes construyen territorio desde distintos espacios.
En esta edición, conversamos con Carla Amtmann, alcaldesa de Valdivia, quien comparte su visión de desarrollo territorial, las oportunidades para el emprendimiento y la innovación, y el impacto de espacios como el Almacén Fluvial y el Espacio Fluvial en la activación productiva y social de la comuna.
Una ciudad con identidad y oportunidades
En una ciudad con tanta riqueza natural y cultural como Valdivia, ¿qué oportunidades crees que existen para impulsar la articulación de inversiones y el desarrollo productivo desde los territorios?
Valdivia tiene el privilegio de contar con una identidad territorial única, forjada por su riqueza natural, sus humedales urbanos, su historia cultural y un potente ecosistema universitario y científico. Todo esto configura un escenario excepcional para impulsar un modelo de desarrollo que no sea extractivo ni imitativo, sino profundamente enraizado en lo que somos.
Las oportunidades son múltiples: el turismo de naturaleza, la producción alimentaria sostenible, la economía del conocimiento, las industrias creativas y el desarrollo tecnológico con pertinencia local. Pero quiero destacar una dimensión estratégica que a veces se pasa por alto: nuestro río no es solo una postal, es una infraestructura viva.
Contamos con uno de los astilleros más importantes del país, lo que nos permite proyectar a Valdivia como un polo de desarrollo náutico a nivel nacional e incluso internacional. Si articulamos inversión, formación técnica especializada, innovación y cuidado ambiental, podemos generar empleo de calidad, fortalecer la economía local y consolidar a Valdivia como capital fluvial productiva del sur de Chile.
Desarrollar desde los territorios no es un lema: es una convicción que guía nuestra gestión, y que requiere alianzas, coherencia y visión de futuro.
Desde tu experiencia como alcaldesa, ¿qué condiciones crees que deben darse en una comuna para que el emprendimiento y la innovación florezcan de manera sostenible?
Lo primero es tener una institucionalidad local que escuche, que esté presente y que no actúe desde la burocracia, sino desde el compromiso con el territorio. Para que haya emprendimiento sostenible e innovación real, debe haber comunidad organizada, redes de apoyo y acceso a infraestructura pública que permita crear, colaborar y escalar ideas.
También se requiere seguridad en sentido amplio: social, ambiental y económica. Una comuna con conectividad, educación, espacios públicos vivos y una agenda clara de desarrollo puede convertirse en un verdadero motor de innovación.
En Valdivia hemos aprendido que la colaboración entre lo público, lo comunitario, la academia y el mundo privado es lo que realmente genera valor y transforma realidades.
El Almacén Fluvial y el Espacio Fluvial, que coadministramos junto al municipio, han sido parte de un esfuerzo por activar espacios con identidad en el corazón de Valdivia. ¿Cómo evalúas el impacto que estamos generando desde estos lugares y qué valor les asignas para el desarrollo productivo de la comuna?
El Almacén Fluvial y el Espacio Fluvial han sido ejemplos concretos de cómo se puede hacer ciudad con sentido de pertenencia y futuro. No son solo lugares bonitos ni vitrinas de lo local: son plataformas de activación económica, social y cultural.
Estos espacios estaban en abandono, sin plan de manejo ni administración, y eran foco de incivilidades. Los recuperamos con determinación y trabajo, y hoy generan empleo, visibilizan productos y oficios que forman parte de nuestra identidad, y dinamizan el centro de la ciudad en torno a la vida comunitaria.
El impacto no es menor: emprendedores que hoy venden más, vecinos y turistas que se reconectan con su río y una ciudad que valora lo propio. Para el desarrollo productivo, esto es vital: cuando el desarrollo se hace desde lo que somos, es más justo, más sostenible y más resiliente.
Una compañera muy especial
Como parte final de esta sección, quisimos conocer una faceta más personal de Carla. Le preguntamos por algún animal que haya sido importante en su vida, y su respuesta fue inmediata:
Sí, tengo una perrita que se llama Canela, inquieta y profundamente leal. Llegó a mi vida hace varios años y ha sido parte de todas las etapas, incluso en los momentos más intensos de la gestión municipal. También tengo dos gatitas, Molly y Ojos Locos, quienes son la compañía de mi familia, en especial de mi hija y mi esposo.
Canela me recuerda todos los días la importancia del cariño, del juego y de mirar el mundo con curiosidad. Cuando llego tarde a casa, ella está ahí moviendo la cola, como diciéndome que todo vale la pena. Y aunque no hable, sé que entiende más de lo que uno cree.

